martes, 30 de noviembre de 2010

Día 2 Martes. Cambio Climático y Biodiversidad COP 16 (30 Noviembre 2010)

Segundo día. Las declaraciones de los delegados oficiales en el primer día coinciden en la necesidad de llegar a acuerdos en Cancún, esperemos que los acuerdos sean adecuados. Hoy quiero comentarles brevemente sobre las implicaciones que tienen (o pueden tener) los esfuerzos de mitigación del cambio climático en la conservación de la biodiversidad.

Estudios prevén que el cambio climático afectará severamente a la biodiversidad, algunos incluso apuntan al grado de generar una extinción masiva de especies. Por citar algunos ejemplos, el cambio de temperatura podría afectar a los bosques de niebla, al tener una atmósfera más caliente el agua no se condensaría en estos bosques reduciendo la cantidad de agua disponible para los ecosistemas y cuencas, esto podría ocasionar la extinción de especies que se han adaptado a vivir en estos sitios bajo condiciones muy específicas. Los efectos negativos se multiplicarían aguas abajo de la cuenca. El cambio climático también puede afectar a especies naturales al favorecer la aparición de enfermedades que mermen sus poblaciones. Otros estudios apuntan a que la acidificación del océano –al disolverse una mayor cantidad de CO2 en el agua se reduce el pH del mar- contribuiría al deterioro de los arrecifes de coral y al colapso de redes las redes alimenticias y pesquerías. En el polo norte los osos polares están amenazados por la pérdida del hábitat (derretimiento del hielo flotante) y la creciente competencia por alimento con otras especies de osos que están migrando al norte al haber condiciones menos frías. Los efectos comenzarán a darse en todos los ecosistemas.

Podría argumentarse que nuevas especies se adaptarán y reemplazarán a aquellas que no puedan hacerlo. Sin embargo además de las implicaciones éticas que esto implica –los cambios que afectan a las especies se relacionan con las actividades humanas-, otro problema es que las funciones ecosistemas pueden degradarse hasta puntos irreversibles donde incluso la pérdida de una sola especie puede generar cambios catastróficos y reducir la productividad biológica de un ecosistema.

El cambio climático tendrá efectos negativos en la biodiversidad. Mitigar el cambio climático ayudará a reducir esto. Además existen opciones de mitigación del cambio climático que dependiendo de cómo sean implementadas tendrán efectos positivos o negativos en la biodiversidad. Las actividades que me parecen más importantes son las relacionadas con biocombustibles, captura de carbono por reforestación y REDD+.

Con la creciente demanda de energía, una mayor cantidad de terreno será dedicada a la producción de biocombustibles, también cultivos tradicionalmente utilizados como alimento (maíz y caña de azúcar) e incluso los bosques se utilizarán para la producción de biocombustibles; como consecuencia se expandirá la frontera agrícola deforestando áreas de bosque cambiando zonas con alta biodiversidad por monocultivos; además los efectos de usar transgénicos, que pueden utilizarse para producir alimentos y biocombustibles con mayores rendimientos no se han descartado.

Las reforestaciones exitosas ayudan a mitigar el cambio climático porque los bosques remueven de  la atmósfera el CO2 y lo fijan en el tejido vegetal. El riesgo es que si los bosques se ven sólo como removedores o sumideros de carbono, podrían elegirse –o modificarse genéticamente- especies para que capturen más carbono sin importar otros efectos que pudieran tener en otras especies.
En el caso de REDD+ en resumen los países  con manejo exitoso de bosques se les pagaría por las ganancias de carbono –por crecimiento forestal y por reducción de deforestación- en relación con un escenario de referencia. En teoría REDD+ debería crear efectos positivos para la biodiversidad pues al controlar la deforestación los bosques naturales serían conservados; sin embargo el caso es en cierta forma similar al de la reforestación pues las actividades para REDD+ incluyen actividades de manejo forestal y restauración de bosques; además en esencia REDD+ solo miraría a la cantidad total de carbono presente en la vegetación y no necesariamente a la “calidad” del carbono contenido (dado por el número y tipo de especies vegetales).

Para reducir los potenciales impactos negativos a la biodiversidad, e incluso generar impactos positivos, las acciones de mitigación del cambio climático deben incluir criterios ecológicos como son la selección de especies nativas, conservación de índices naturales de biodiversidad y mantenimiento de corredores biológicos y de fauna.

Las decisiones que se tomen en esta COP son relevantes porque dictarán los lineamientos de cómo se implementará REDD+; la revisión de los documentos con las reglas y compromisos generales y su aprobación están en proceso. De igual forma el establecimiento de objetivos de reducción de emisiones generará presiones sobre los ecosistemas que deberán ser monitoreadas y controladas, por ejemplo mientras más ambiciosos sean estos objetivos se deberá prestar mayor atención a que los biocombustibles y monocultivos no afecten negativamente la biodiversidad.

La última del transporte (hasta ahora). Al final del día 2, Jon Lovett (profesor de la Universidad de Twente) otros asistentes y un servidor ya nos encontrábamos en el autobús de la Ruta 7 que nos llevaría al hotel “oficial” más cercano a dónde nos estamos hospedando, cuando sin previo aviso el personal “organizador” nos comunica que si no estábamos hospedados en el hotel oficial de la ruta nos teníamos que bajar pues los hoteleros se estaban quejando de que personas que no se están hospedando con ellos están ingresando a tomar los autobuses. Tuvimos que salir a la carretera –literalmente en medio de la nada- a buscar opciones de transporte. Afortunadamente contaba con el teléfono de un taxista de Puerto Morelos, que me llevó el primer día al Messe para el registro. Jon me dijo, “no te preocupes, es el tipo de cosas que pasan cuando la economía es controlada centralmente y responde a intereses oligopólicos… no es nada más aquí, pasa también en algunos países Africanos o incluso Rusia”. Después le comenté como antes de la crisis del 94, “éramos” casi casi primer mundo… pero en serio que estamos lejos, muy lejos; tal vez cada día más, según un estudio de la CEPAL la pobreza aumento en México en los últimos cuatro años. Es curioso que en las negociaciones se hable de cómo reducir los costos de transacción y burocracia para poder actuar y mitigar el cambio climático, mientras que en la práctica en cosas tan sencillas como cambiar las reglas del transporte discrecionalmente ocasionan que la participación en la COP sea, por lo menos para algunos, cada vez más costosa; es decir con mayores costos de transacción. Como dice una amiga “el audio no me checa con el video”. Sin palabras.
Recomendaciones

Me encontré a un compañero itesiano que también está en la COP como parte de la universidad de Yale, si quieren conocer otros puntos de vista aquí están los vínculos, se los recomiendo:
Información sobre Extinción de Anfibios.
Cambio Climático y Efecto en Arrecifes.
Competencia por alimento entre Oso Grizzly y Oso Polar
Sobre Especies Clave en los Ecosistemas (Keystone species)

lunes, 29 de noviembre de 2010

Día 1 COP 16. (Lunes 29 de Noviembre 2010).

Inició la COP. Me tomó una hora llegar desde mi hotel hasta el hotel oficial de la ruta 7 situado rumbo a Playa del Carmen, esto resultó no ser tan malo. Parece que el tiempo de traslado fue mayor desde hoteles situados a menor distancia,  algunos tardaron dos horas o más en llegar a los recintos oficiales. En la inauguración estuvo el presidente Calderón, desde el domingo dos carriles de la la carretera entre Cancún y Playa del Carmen fueron cerrados y dedicados exclusivamente al transporte de la COP –por la tarde los carriles ya se habían abierto-; me pregunto si consideran las emisiones del tráfico extra para la huella de carbono. El taxista que me llevó al hotel me dijo “…que bueno que no va al aeropuerto ahorita se tarda uno más de dos horas”, el recorrido normalmente toma como cuarenta minutos”. En el primer evento paralelo al que acudí sobre las tres convenciones de Río (Cambio Climático, Diversidad Biológica y Combate a la Degradación y Desertificación) dos de los cuatro oradores no llegaron debido a los problemas de transporte. Algunos ya llaman al recinto el Cancún “Mess” (desorden).
Los eventos paralelos son presentaciones sobre un tema específico organizado ya sea por un país, ONG, universidad u organización internacional que ocurren al mismo tiempo que las negociaciones oficiales (Lista de eventos paralelos: http://www.cop16.mx/es/participantes/eventos-paralelos-y-exhibiciones/); estos son espacio incluyente que sirven para el dialogo entre la comunidad observadora del proceso y las delegaciones oficiales. Al final de algunos eventos paralelos los organizadores ofrecen un refrigerio, es curioso ver como los asistentes nos abalanzamos sobre la comida de forma desordenada. En cierto sentido es un reflejo de cómo usamos nuestros recursos naturales; difícilmente hacemos fila, a veces algunos tomamos más alimentos, en otras veces nos toca menos y a veces no nos toca nada. También puede ser una muestra del costo que tiene la comida “oficial” en el recinto;  en el Moon Palace parece excesivamente alta. Una amiga de la delegación oficial de Pakistán se quejó que el domingo no almorzó pues su presupuesto no alcanzaba a pagar los $40 dólares que costaba el almuerzo, además lamentó no haber llevado un sweater más grueso pues el aire acondicionado era gélido. Para países en vías de desarrollo y menos desarrollados el tema económico es importante, para nosotros también debería serlo, finalmente es nuestro dinero como contribuyentes el que se va en esos “lujos”. Comparativamente la comida en el Messe no es tan cara, si se considera que una hamburguesa que cuesta $90 pesos es aceptable;  no la he probado pero comparado con Copenhague, el precio es similar al precio que pagábamos en euros, con la diferencia que México no es Dinamarca.

La separación de personas, y en este caso delegaciones, por cuestiones económicas –en diferentes hoteles distantes de bajo y alto presupuesto- es, como dicen unos amigos de la Universidad de Yale la peor segregación que puede haber en estos procesos; ellos incluso tienen una apuesta para ver cuántos días los países menos desarrollados aguantan antes de dejar algunas de las mesas de negociación debido a esta separación informal. En algunos de los hoteles los huéspedes tampoco tienen acceso a internet permanente, todo cuesta. En México este tipo de tratos en lugares exclusivos (que en realidad son excluyentes) no nos sorprenden; desafortunada y peligrosamente los vemos como algo normal –y hasta deseable: de otra forma no entiendo las típicas aglomeraciones afuera de bares y discotecas-.

Es de esperar que la mayor parte de los acuerdos a los que se pueda llegar ya hayan ido preparándose desde las reuniones previas a la COP, obviamente las negociaciones aquí no empiezan de cero. Las cuestiones del transporte y de cómo se organizó el hospedaje y la logística serán anécdotas que quedarán en el olvido;  habrán dejado beneficios para algunos y servirán de referencia sobre lo que sí o no se debe hacer hacia la COP17 (Durban, Sudáfrica). Lo realmente importante a nivel mundial serán los acuerdos que se logren.

 La reunión durará dos semanas, en la primera semana las delegaciones trabajarán en los textos,  al final de la primer semana podremos tener una idea de cuáles pueden ser los resultados; alrededor del principio de la segunda semana llegarán los ministros de medio ambiente –y funcionarios de más alto nivel- y si la cosas van bien en los últimos días llegarán los presidentes, esto sería una buena señal. Habrá que dar seguimiento a las mesas de diálogo más importantes las cuales se centran sobre la discusión del futuro del Protocolo de Kioto y el establecimiento de un acuerdo de colaboración a largo plazo.

Si quieren seguir con detalle las negociaciones les recomiendo suscribirse a la siguiente página para recibir una actualización diaria:
También pueden participar “virtualmente” desde el sitio de la UNFCCC
Lunes 29 de Noviembre 2010.


Cancún: desde Kyoto a Copenhague COP 16. (Noviembre 2010)

La COP15 ha sido calificada por muchos como un fracaso por no haber logrado entre los países un acuerdo vinculante de reducción de emisiones. Creo que es necesario ponderar esta crítica. El hecho de contar con objetivos vinculantes no garantiza el éxito de los esfuerzos de mitigación del cambio climático simplemente porque no hay mecanismos ni instituciones que garanticen su cumplimiento. Esto es evidente en el Protocolo de Kioto: hay países que habiendo ratificado el Protocolo no alcanzarán sus metas de reducción de emisiones y en la práctica no pasará nada (p.e. Canadá). Ante esta situación otros países como Japón amagan con no participar en un segundo periodo de compromisos; esto podría ser entendible pues no solamente están asumiendo compromisos extra en relación con los países no Anexo I (países emergentes y en vías de desarrollo) sino que también están en desventaja comparativa con países que están en el Anexo I y que no están cumpliendo con su parte. Realmente establecer objetivos vinculantes es lo mejor que podemos hacer? Cómo sabemos que X o Y objetivo es el adecuado? Y si  no se cumplen y además no se puede hacer cumplir, de qué sirven?
Antes de su nacimiento el Protocolo de Kioto ya era huérfano de padre, Estados Unidos como el país con mayor nivel de emisiones nunca lo firmaría. Fue antes de la creación del Protocolo de Kioto durante la administración Clinton –y vicepresidencia de Al Gore- cuando el senado de Estados Unidos unos meses antes de la COP 3 resolvió que no firmaría ningún convenio vinculante de reducción de emisiones. Lo anterior en virtud de que el Protocolo no contenía obligaciones para países en desarrollo cuyas emisiones muy pronto rebasarían a las de Estados Unidos (de hecho China ya lo hizo); la comisión Byrd-Hagel del senado concluyó que esto sería perjudicial para la economía norteamericana. Esta fue la postura de Estados Unidos hasta antes de Copenhague.

Por qué ha sido tan difícil llegar a un acuerdo? Generalizando, los países desarrollados quieren que también los países en desarrollo y emergentes actúen, pues actualmente tienen altos niveles de emisiones; por su parte para los países en desarrollo su prioridad es la prosperidad económica y alegan que son los países ricos lo que históricamente han generado el problema por lo que ellos deben asumir el liderazgo; con estas posturas encontradas no fue posible generar más acuerdos que el de Kyoto que se basó en el principio de responsabilidades compartidas pero diferenciadas. En este Protocolo en esencia los países en vías de desarrollo no asumen compromiso alguno de reducción de emisiones; su participación en acciones como el mecanismo de desarrollo limpio, el cual abre oportunidades interesantes de acción, era (y es) completamente opcional.

Al final de la COP 15 Estados Unidos apareció junto a otros países incluyendo países emergentes (Brasil, China, India, Sudáfrica) para presentar los Acuerdos de Copenhague. En este acuerdo entre otras cosas se reconoce que es necesario tomar medidas para que el aumento de temperatura no sea mayor a 2°C y establece que los países desarrollados proveerán $30,000 millones de dólares entre 2010-2012 y hasta $100,000 millones de dólares por año para el 2020 para acciones de mitigación y adaptación del cambio climático. Los países que más emisiones de GEI generan  han sentado una agenda común sobre la cual se puede construir un acuerdo más detallado. Ciertamente es un primer esbozo, pero lo que a mi me parece realmente importante es que al fin parece que empiezan a mirar en la misma dirección. Sin este tipo de cooperación cualquier objetivo que se hubiera acordado muy probablemente habría quedado destinado al fracaso. Ciertamente el margen de acción del gobierno federal norteamericano aún es restringido por un congreso de diferente signo político pero también lo es que la disposición de países en vías de desarrollo y emergentes para adoptar compromisos voluntarios y acciones medibles y verificables de mitigación y adaptación al cambio climático puede ayudar a desbloquear esto.

Las historias de la humanidad no dejan de ser a final de cuentas historias de individuos. Un documento reciente del danés Per Meilstrup analiza el proceso que derivó en el “fracaso” de Copenhague. Describe cómo desde el seno de la Presidencia de la COP, representantes del gobierno danés pecaron de protagonismo y fueron llevando el proceso al fracaso con decisiones que resultaron equivocadas. En Copenhague sí hubo voluntad política, normalmente no se reúnen más de 100 presidentes y jefes de estado para una reunión si se sabe que ésta no tendrá éxito. El pecado capital fue no haber seguido los protocolos de negociación de forma transparente que respetara el multilateralismo de la convención al negociar los acuerdos solamente entre unos cuántos países, cuando llegaron los presidentes no había consenso y el documento que se presentó fue elaborado entre un puñado de países; esto desató el descontento de aquellos que se sintieron excluidos y traicionados. El acuerdo no fue ratificado, pero tampoco rechazado. Durante este 2010 y derivados de los Acuerdos de Copenhague 122 países cuyas emisiones conjuntas representan el 90% del total mundial han establecido objetivos voluntarios de reducción. Aunque los objetivos son bajos e insuficientes aún para asegurar que no se pase de un incremento de temperatura de 2°C (según un estudio de la revista Nature), ciertamente son un primer paso en la dirección correcta. Si se sigue este proceso en un futuro se fijaran los objetivos al nivel apropiado, este será un proceso lento esperemos que no demasiado lento.

La COP 16 no inicia mañana, inició el 19 de Diciembre de 2009. En este año México en su carácter de responsable del proceso de facilitación y negociación a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores ha realizado y participado en eventos y reuniones con un perfil más bajo que el de sus predecesores inmediatos; esperemos que la confianza en el proceso se haya restablecido. Veremos si las duras declaraciones del año pasado hacia el final de la COP15 fueron solo una manera de reprochar la forma en que se hicieron las cosas y se puede retomar las negociaciones de fondo, o si realmente el proceso está roto.

Finalmente coincido con las críticas que contrastan las (in)acciones de Copenhague con la rapidez con la que los gobiernos actuaron para atender la crisis financiera. En perspectiva si comparamos el cambio climático con el manejo financiero, el dinero se ha utilizado en el mundo desde hace miles de años, existe un marco regulatorio e instituciones para su manejo y resolución de problemas. Al presentarse la crisis financiera ningún país dudó en identificarlo como un problema. Aunque ciertos grupos poderosos lograron que el rescate financiero los favoreciera (para bien o para mal, justa o injustamente), fue la existencia de instituciones, prácticas comunes y acuerdos los que permitieron que las acciones se implementaran. En comparación con el tema financiero, el conocimiento del cambio climático está en construcción, existen posiciones encontradas y las instituciones apenas se están gestando. Podemos comparar: cuántas personas utilizan dinero en su vida diaria? Cuántas personas tienen información sobre el cambio climático?

Si vamos a hacer una crítica de las negociaciones esas no deben ser solo a la COP 15 por no haber generado un compromiso, la crítica sería para todos nosotros. Estar en la COP 16 significa que llevamos 16 años sin que hayamos podido diseñar, comunicar, consensuar e implementar las acciones que vamos a hacer para mitigar y adaptarnos al cambio climático. Construir instituciones toma tiempo,  y a nivel internacional es parte del precio del consenso; crearlas es fundamental pues de otra forma no se puede dar seguimiento por 20 o 50 años a los compromisos que un puñado de personas hagan hoy. Creo que en Cancún las condiciones favorecerán de nuevo la negociación de acuerdos y que las bajas expectativas en comparación con las que había antes de la COP 15 en cierta forma reducirán la presión. Sabiendo leer la política mexicana, si nos dicen que no habrá acuerdo alguno, tal vez (ojalá) signifique lo contrario. Esto es un proceso en construcción permanente, sin embargo el tiempo corre.

Más referencias:
Byrd Hagel Resolution. Senado de Estados Unidos: http://www.nationalcenter.org/KyotoSenate.html

The Runway Summit: The Background Story of the Danish Presidency of COP 15, the UN Climate Change Conference. Per Meilstrup.

Articulo de Nature. Rogejl, Joeri et al. (2010), ‘Copenhagen Accord Pledges Are Paltry’, Nature,vol. 464, 21 April 2010. Online, HTTP: [www.nature.com]


Domingo 29 de Noviembre de 2010.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Sólo un camino llega a la COP 16. (27 Noviembre 2010)

Al llegar al aeropuerto no vi algún letrero de bienvenida o el decálogo contra el cambio climático, solo un pequeño poster que se perdía entre los anuncios de publicidad convencional. Por lo menos en la zona de llegadas nacionales el viernes aún no se respiraba la COP 16. Desde la reunión de Poznan (COP 14) se rumoraba que México sería sede para COP 16; en el inter hubo una competencia con Perú, finalmente la COP fue para México. En el 2010 hubo muchos cambios sobre la marcha para la organización de la COP;  al principio estuvo a cargo de la Secretaría de Turismo y después estuvo coqueteando con la de Medio Ambiente y Recursos Naturales hasta que quedó en la de Relaciones Exteriores. Esperemos que esto no se vea reflejado en la organización.

Aún no contaba con mi gafete de participante así que no esperaba contar con un servicio de transporte gratuito. Tomando providencias investigué que la mejor forma de llegar a mi hotel desde el aeropuerto era tomando un autobús que sale cada hora; esperé por cuarenta minutos el siguiente servicio. En este tiempo platique con un paramédico que estará presente durante la conferencia, me comentó que esperan manifestaciones y que tendrán preparados decenas de puestos de socorro para cualquier eventualidad. También mencionó que una ventaja de las sedes oficiales es que es muy fácil restringir el acceso a ellas, entonces se reduciría el riesgo de que alguna manifestación se saliera de control por lo menos cerca de la zona donde se realizarán las negociaciones. Las sedes de la COP 16 son el Cancun Messe –un centro de convenciones- y el Hotel Moon Palace. Ambos están situados aproximadamente a 10 km de la ciudad de Cancun, y aproximadamente 40 km de Playa del Carmen sobre la Riviera Maya. Solamente cuentan con un acceso por la carreta federal 307.

Para que los negociadores puedan hacer su trabajo, primero deben llegar al lugar puntualmente y de preferencia de buen humor. En Copenhague la comida fue famosa entre los pasillos por su monotonía, en general fue mala; hace un año más de alguno mencionaba en son de broma que la mala comida, el frío, la lentitud para el ingreso y la distribución interna del lugar –que provocaba que los pasillos estuvieran siempre saturados-  influyeron en que no se hayan alcanzado más acuerdos.

El día de hoy (sábado) fui al Cancun Messe para registrarme y obtener mi gafete, afortunadamente no había filas y el proceso duró sólo un par de minutos. Los stands estaban vacíos y ya etiquetados mostrando el nombre de las organizaciones y países que estarán presentes. El salón de cómputo donde los delegados, periodistas y negociadores se mantendrán en contacto con sus países de origen también ya está en funcionamiento; en esencia la organización y distribución internas no son muy distintas a las de las COPs anteriores. Sin embargo en la parte exterior, aunque espero estar equivocado, creo que la logística de transporte será un problema.

El transporte público en la región es modesto, consiste en los autobuses foráneos (p.e. ADO), las combis o vans (colectivos) y taxis. Como asistentes acreditados estos servicios no son gratuitos, esto es señal que no se realizó un acuerdo con ellos por parte del comité organizador. Había también la propuesta de un país europeo para donar bicicletas y que parte de los traslados fueran por este medio, sin embargo al no contar con la infraestructura, cultura y condiciones de seguridad suficientes esta opción fue desechada.  La solución fue crear nueve rutas de autobús exclusivo que van desde los lugares sede hasta hoteles “oficiales” seleccionados; la mayoría son grandes hoteles de corporativos transnacionales. Quienes no hayan llegado a estos hoteles “oficiales” deberán absorber los costos para llegar a ellos; además no hay rutas gratuitas que lleguen hasta Playa del Carmen.

Las rutas de autobuses correrán cada media hora –por lo que vi hoy, será un autobús normal por ruta con capacidad aproximada de 50 pasajeros-. La puntualidad dependerá tanto del tráfico como de la presencia de retenes de seguridad en la carretera. Somos alrededor de 16,000 personas acreditadas. Si todos quisiéramos llegar a la misma hora a la sede –y puesto que todas las rutas confluyen al Messe-, harían falta más de 300 camiones; esto sin contar a manifestantes no acreditados. Parece que el servicio de autobuses gratuitos será insuficiente.

Tampoco será fácil llegar en un auto propio, o rentado y entrar a las sedes –lo que supongo que será fuertemente controlado-. Ya el viernes había autos estacionados junto a la carretera y había vallas para proteger los accesos al lugar. No hay paraderos para las combis, taxis o autobuses foráneos –ni de Norte a Sur ni de Sur a Norte-. Además el Messe está sobre la parte Oeste de la carretera, esto significa que quienes lleguen del Sur (Puerto Morelos y Playa del Carmen) deberán ya sea ir hasta el retorno siguiente y dar vuelta en “U” afectando la circulación en ambos sentidos o deberán bajarse del lado Este de la carretera y de alguna forma cruzar la carretera de cuatro carriles incluyendo las vallas que ya están puestas; no hay paso peatonal. El personal clave  como negociadores o algunos miembros de las delegaciones oficiales serán trasladados en vehículos a parte (p.e. Vans, Sprinters, etc); es tal la demanda de estos transportes que incluso se considera llevar vehículos de empresas de transporte privado de lugares tan lejanos como Guadalajara.

La forma en que este planteado el transporte para la COP me parece que no es incluyente ni plural como se mencionó en un principio. Se puede anticipar que la mayor derrama económica directa será absorbida por los grandes corporativos hoteleros por lo que el impacto en la economía local será muy diferenciado. Cuando no estén en las sedes oficiales los participantes estarán aislados en sus hoteles, con muy pocos sitios comunes alternativos de encuentro. Qué lástima pues esto reduce las oportunidades para negociaciones informales; no faltan las leyendas que se escuchan en los pasillos de las COP que algunas partes de los acuerdos se  han logrado cuando el negociador A se encontró casualmente con el B en un restaurante y dirimieron sus diferencias. Finalmente el problema de transporte público/colectivo no es privativo para la COP 16 sino es un reflejo de nuestras prácticas y políticas a nivel nacional; ya lo dijo nuestro presidente hace unas semanas, México es campeón mundial en producción de autos. Es difícil mitigar el cambio climático así, el transporte ya representa el 20% de las emisiones de nuestro país. Mañana, domingo hablaremos de por qué Copenhague no fue (del todo) un fracaso.

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